Raúl Grijalva, emblemático congresista de Tucson, muere a los 77 años

El congresista Raúl Grijalva falleció esta mañana a los 77 años, confirmaron fuentes cercanas a la familia. Grijalva, quien formó parte del Congreso desde 2003, había estado recibiendo tratamiento por cáncer de pulmón el año pasado. A pesar de su estado de salud, se había postulado para un 12mo mandato en las elecciones de noviembre, aunque anunció que no buscaría la reelección.

Su muerte, atribuida a “complicaciones del tratamiento”, ha dejado un vacío en su comunidad y entre sus colegas. Reconocido como un “gigante” y un “fiero defensor” de los derechos de aquellos sin voz, Grijalva fue elogiado por su inquebrantable ética y compromiso con las causas más vulnerables de Arizona.

Con una carrera que abarcó más de 50 años, había participado en numerosas elecciones, comenzando en 1972 como activista del movimiento Chicano. Su primer cargo electo fue en la Junta de Gobierno del Distrito Escolar Unificado de Tucson, donde ganó por 200 votos en un proceso histórico para los latinos. Eventualmente, se convirtió en un pilar en el Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes, ejerciendo influencia y liderazgo en temas ambientales y de derechos humanos.

Su legado se extiende más allá de su trayectoria política; su hija, Adelita Grijalva, también ocupa un cargo en la Junta de Supervisores del Condado Pima y recuerda a su padre como un ferviente defensor y un hombre que “siempre hacía lo correcto”. Grijalva, quien llegó a EE.UU. bajo el Programa Bracero, dedicó su vida a luchar por los derechos de las comunidades inmigrantes y trabajadoras.

En su carrera, Grijalva reveló que su “peor día” en el Congreso fue cuando se opuso a la guerra en Irak, siendo uno de los pocos en hacerlo. A pesar de las críticas, sostuvo que su compromiso con la verdad era más importante que la popularidad. Su relación con el senador Bernie Sanders, a quien fue el primer congresista en respaldar durante la campaña presidencial, es un reflejo de su compromiso con la justicia social y el progreso.

La gobernadora Katie Hobbs, al enterarse de su fallecimiento, ordenó que las banderas ondearan a media asta en honor a Grijalva. Describió su legado como un campeón auténtico de los más necesitados en Arizona. Otros colegas, como el representante republicano Juan Ciscomani y la excongresista Gabrielle Giffords, también expresaron sus condolencias y respeto por su dedicación al servicio público.

El 7mo Distrito Congresual de Arizona, que va de Tucson a Yuma, enfrentará un proceso de elecciones especiales para llenar su puesto, según lo estipulado por la Constitución de EE.UU. La gobernadora está llamada a convocar elecciones en los próximos días, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la representación de Arizona en Washington.

Raúl Grijalva deja atrás a su esposa Ramona, sus tres hijas y cinco nietos, así como un legado de lucha y activismo que seguirá inspirando a futuras generaciones. Sus contribuciones al estado y su pasión por la justicia social son recordadas con gratitud y admiración.