Cuatro reclusos asesinados en prisión de Arizona en una semana: madre clama por respuestas

Daniel Montoya fue asesinado en la prisión Lewis de Arizona, marcando el cuarto homicidio en una prisión del estado en solo ocho días.

BUCKEYE, Ariz. — Otro recluso ha perdido la vida en una prisión estatal de Arizona, en un trágico episodio que sigue a la muerte de tres internos en un establecimiento diferente apenas días antes.

Montoya, quien cumplía condena en la prisión Lewis, falleció el 12 de abril, según el Departamento de Correccionales, Rehabilitación y Reingreso de Arizona. Las autoridades han confirmado que su muerte ha sido clasificada como un homicidio por el médico forense del condado Maricopa.

Ingresó a prisión a los 19 años por delitos de robo a mano armada y allanamiento de morada. Joanna Montoya, su madre, recordó que habló con él poco antes de su muerte, describiendo el momento como devastador. “Hablé con él sobre las 5:15 p.m. y él ya no estaba”, comentó emocionada.

Joanna reconoció las dificultades de su hijo con la violencia y las drogas, pero expresó que cada interno es hijo de alguien. “La conmoción y el dolor de saber que ha sido asesinado es demasiado para una madre”, afirmó.

La muerte de Montoya subraya un preocupante patrón de violencia en el sistema penitenciario de Arizona, siendo el cuarto asesinato en prisión en solo ocho días. El 4 de abril, en la prisión estatal de Tucson, un recluso identificado como Ricky Wassenaar mató a tres internos, incluido su compañero de celda, un suceso que ha generado alarma.

Wassenaar es recordado por un incidente de 2004 cuando retuvo a dos funcionarios penitenciarios como rehenes durante disturbios en la prisión de Lewis. Joe Clure, de la Asociación de Aplicación de la Ley de Arizona, ha destacado la falta de personal como un factor significativo en estos brotes de violencia. “En ciertas instalaciones, la dotación de personal puede ser del 50%”, advirtió Clure.

Esta situación resalta la urgente necesidad de revisiones en las políticas y un incremento en el personal. Clure enfatizó que la violencia en las prisiones representa un riesgo no solo para los internos, sino también para los funcionarios de prisiones. “Esta vez fueron reclusos, pero la próxima vez, podría ser un guardia”, alertó.

A pesar de la creciente preocupación por la seguridad, el Departamento de Correccionales ha negado anteriormente que existieran problemas de personal en las instalaciones de Tucson. Hasta el momento, no han proporcionado comentarios adicionales sobre la reciente muerte de Montoya.