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Se casa con un estadounidense, pero la deportación amenaza su vida familiar y deja a sus hijos atrás

Rosa Hernández-Wilcox, madre de tres, enfrenta la deportación sin sus hijos, mientras su esposo intenta mantener la unidad familiar.
PHOENIX — Una madre originaria de Honduras lucha en la detención migratoria, enfrentando la posibilidad de ser deportada sin sus pequeños.
Hernández-Wilcox llegó a Estados Unidos hace dos años con su familia, buscando asilo. Su esposo, Bryan Wilcox, un bombero forestal, se ha visto atrapado en la batalla legal para mantener a la familia unida.
La pareja, unida por un amor inmediato tras conocerse en Arizona, se casó en una sencilla ceremonia. Sin embargo, el jueves, Bryan compartió que su esposa debía asistir a una audiencia de inmigración, que esperaban fuera un paso hacia su permanencia legal.
Un día antes, las autoridades migratorias le pidieron a Rosa que llevara a sus hijos, algo que parecía extraño para ellos. Dentro, los agentes los separaron y le preguntaron a Bryan sobre su estado civil. A pesar de sus esfuerzos, le comunicaron que Rosa no podría salir. Su deportación estaba programada.
Se les permitió a los niños irse, pero ellos aún debían enfrentar audiencias separadas. Bryan tuvo que llevar a los niños, sintiendo que el proceso era deshumanizante. “Me los entregaron como si fueran mascotas de una tienda”, expresó, en reflejo de su impotencia.
Rosa está detenida, probablemente en el centro de detención de Florence, mientras Bryan sólo ha tenido contacto limitado con ella. Su madre, Cindy Sullenger, está alarmada por la situación y siente que las autoridades están equivocadas en su enfoque.
“Estamos sacando a la gente equivocada de este país”, dijo a 12News. “Necesitamos gente como Rosa”.
La situación es complicada: el matrimonio no garantiza un estatus migratorio. El sistema es confuso y Bryan se enfrenta ahora también al reto de explicar la ausencia de su esposa a sus hijos.
“Cada noche les digo que su mamá va a volver”, comentó, con la esperanza de que su promesa se cumpla.
ICE declaró que Rosa había sido deportada en el pasado y reapareció en el país ilegalmente, lo que facilitó su detención. Desde su repatriación, ha iniciado un proceso complejo, intentando establecer su lugar en una sociedad que parece estar en su contra.
El futuro de la familia es incierto, y la lucha por la legalidad continúa. Desde la mención de la deportación hasta la reagrupación familiar, la historia de Rosa resuena con las dificultades que enfrentan muchos en situaciones similares.